domingo, 27 de enero de 2013

Ofrezco una onza española de oro


OFREZCO UNA ONZA ESPAÑOLA DE ORO

Ilustra: Judit PV (judit.pv@gmail.com)


            Todos los países del mundo tienen una obra principal en su Literatura. En el caso de España es “El Quijote”. Para Estados Unidos es “Moby Dick”.

“Moby Dick o La Ballena” fue publicada en 1851 por H. Melville (Nueva York, 1819-1891). El autor, convencido internacionalista y defensor a ultranza de las culturas consideradas “exóticas” en la época, tuvo una vida azarosa. Embarcado desde muy joven, conoció mucho el Pacífico, vivió entre caníbales, sufrió prisión, fue profesor. Toda esta experiencia vital tan amplia la vemos reflejada en su obra.

Se observan en este libro dos partes con sus propias estructuras: un manual técnico de despiece de ballenas y la historia de un hombre enfrentado a algo muy poderoso (la película Forrest Gump toma esta idea en la escena en que el teniente, mutilado en Vietnam, se sube al mástil del yate de Forrest). Ambas estructuras se intercalan. El manual del día a día de un ballenero en el s. XIX es un dato histórico impecable. La narración literaria es aterradora.

El protagonista, Ismael, aburrido de su vida y ávido de sensaciones, se embarca en un ballenero. Allí aparecerá un repertorio de personajes de dos tipos:
a)                          Los exóticos (los arponeros Queequeg, maorí, Tashtego, indio, y Daggoo, negro), guiño de Melville a su vida pasada.
b)                          El resto (con nombres de personajes de la Biblia).

Pero el personaje principal, casi más interesante que el mismo protagonista, es el capitán Ahab. La meta de Ahab en todo el libro, y de hecho el argumento del libro en sí, es la captura de Moby Dick, la ballena blanca que le arrancó una pierna.



Lo que parece ser una faena normal de pesca se convierte en una odisea enfermiza en la que se hacen referencias constantes a supersticiones marinas y bíblicas (Ahab es el nombre de un demonio en la Biblia), plagándose de elementos de terror gótico… una tripulación que está sola en alta mar a merced del Destino, persiguiendo al Leviatán blanco de forma obsesiva y autodestructiva en la que se ofrece una moneda de oro al primero que lo vea. Un Queequeg que entra en trance y descubre que van a morir, salvándose el protagonista gracias a un ataúd. Aparecen negros cormoranes y Ahab muere atado al monstruo, llamando hacia la muerte a su tripulación con su único brazo libre.

En la novela, el hombre se enfrenta a sus propios demonios. Es una lucha sin cuartel contra su obsesión, su miedo, su enemigo. Y solo uno puede vencer. Y la lucha es encarnizada. En esa pelea (Ahab vs. Moby Dick) se palpa el miedo, el ansia, el afán de superación, el odio, la venganza. Es un estudio psicológico cegador de alguien que ha consagrado toda su vida a un solo fin, despreciando peligros y adversidades. Arrastrando tras de sí a varias personas que acaban siendo contagiadas por tales “fantasmas”.

Para que comprendan qué quiero decir, existe una edición de “Moby Dick” gracias a Editorial Planeta por menos de diez euros.


miércoles, 23 de enero de 2013

Peter Pan no es un juego de niños

Comienzo mis reseñas con aquella que hice para la sección literaria del suplemento cultural "Chorima Atlántica" en su número uno.

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PETER PAN NO ES UN JUEGO DE NIÑOS

Ilustra: Judit PV (judit.pv@gmail.com)


            Este año se cumplen cien años de la primera edición del libro “Peter Pan y Wendy”, basado en la obra de teatro “Peter Pan o el niño que no quiso crecer”, del autor escocés James Matthew Barrie, y que ya estaba siendo interpretada sobre el escenario desde hacía unos años.
La importancia de esta obra ha sido de tal dimensión que no sólo se han hecho películas, versiones de dibujos animados, obras teatrales y hasta una segunda parte (“Peter Pan de rojo escarlata”, de Geraldine McCaughrean), sino que incluso ha llegado a definir un síndrome psicológico manifestado en las personas que, pese a ser adultos, siguen comportándose como niños inmaduros.

Si bien “Peter Pan” es un libro ameno de leer y de gran ironía, erróneamente se ha considerado encuadrado en la literatura infantil desde la versión animada que del mismo hizo Walt Disney. Pero, ¿qué hace que “Peter Pan” sea una de las obras consagradas de la Literatura Universal? El gran acierto de este libro se basa en exponer ideas dirigidas a los adultos de una forma indirecta, soterrada, con una fina ironía que debe leerse entre líneas. De este modo, podemos ver cómo Barrie trata temas como la importancia de la familia o de la madre en la vida del ser humano (Wendy) de tal forma que su ausencia llena de dolor a muchos personajes del libro; o el valor de la libertad, creatividad y frescura que suele darse en la infancia y que no necesita las pautas de comportamiento impuestas por los adultos, casi siempre más absurdas que el “caos lógico” en el que viven los niños (Peter Pan). También se tratan puntos como la carga que suponen unas normas sociales rígidas y obtusas, demasiado estiradas, como las que se observaban en la sociedad inglesa y ante las que se rebelaban los que querían ser espíritus libres, quedando completamente excluidos de ella si se atrevían a no seguirlas (Capitán James Garfio, los Piratas); o también la inmortalidad de la fantasía y de las cosas vividas en la infancia más allá del mundo aburrido que supone hacerse mayor (Los Niños Perdidos). Incluso aparecen temas tan espinosos como el tiempo y la muerte que siempre nos persiguen y que un día nos alcanzarán, sin que podamos enfrentarnos jamás a ellos y de los que sólo podemos escapar para retrasar sus efectos (el Cocodrilo); o el amor inalcanzable de alguien (Sra. Darling) a quien se ama pero de quien jamás se logrará robar ni un beso; o la mujer moderna e independiente que actúa como ella quiere y no como otros le indican (Princesa Tigridia).


Cada línea de “Peter Pan” debe leerse buscando un mensaje oculto, con segundas intenciones y comentarios llenos de retranca, que suponen una crítica importante a los valores que guían nuestra sociedad frente a la libertad de normas que rigen El País de Nunca Jamás. Entendido así el libro, disfrutaremos enormemente de un mensaje dirigido a adultos para cambiar nuestras vidas y valorar cosas diferentes a las que nos tienen acostumbrados.

Se puede encontrar “Peter Pan” editado en español por Alianza Editorial, en su colección El Libro de Bolsillo, por menos de ocho euros.


Inaugurando

Bien.
He tenido una nueva idea, pero no es original.
Me he dado cuenta de que mi casa tiene cientos, miles de libros. Y me he dado cuenta de que la gente me pregunta muchas veces qué leer, que si le dejo un libro, que qué le recomiendo... Dicho de una forma sencilla, que de qué va un libro en concreto.

Tras archivar y clasificar un tercio de mis libros, he decidido crear un blog donde, de una forma muy sencilla, explique alguno de ellos que yo haya leído y qué cosas creo que son buenas o destacables, a fin de suscitar el interés en los lectores. Por supuesto, invito a todo el mundo a comentar lo que estime conveniente.
A partir de estas premisas, inauguro oficialmente este blog de forma independiente al que tengo "profesional" y como un mero ejercicio de fomento de la literatura.

Dixit.


El autor, hoy.